“LOS OJOS”
de Irma Elena Marc
EL LENGUAJE FRACTURADO
DE LA HISTORIA
Alicia Poderti*
“Solo los sueños,
Donde es posible detener el tiempo
y que sea por siempre la hora del té,
Y se agoten y se colmen las tazas.”
Irma Elena Marc
¿Cuántas veces abrí un libro de poesía? Me he preguntado esto por
primera vez y hoy esa pregunta se convierte en un círculo infinito que me guía
hacia los motivos de Lewis Carroll, donde las acciones ocurren pero podrían no
haber acontecido o son mero reflejo de espejos. Y en esa vertiente filosófica tan
rica se inscribe el libro que responde las preguntas de los que amamos la buena
poesía… pero sobre todo de aquellos que leemos la poesía como un registro de
los relatos de nuestra historia reciente.
Dolor es entonces una impresión poética. Arrecife de Dolor, dice el
poema “La Eternidad”. Y todo vuelve a comenzar en el último poema del libro
“Los Ojos” de Irma Elena Marc. Un juego tenso con la muñeca Pierángeli. Un
viento descomunal empieza a correr y nos arroja de las puertas hacia afuera. Es
el tiempo de una historia absurda que nos tocó vivir a los argentinos.
Como expresa el poeta Víctor Redondo en el Prólogo del libro, una imagen
abarca todos los senderos recorridos en el poemario: la “antología del terror
argentino”. Y la nena que juega, las muñecas mutiladas, el laberinto de
palabras que fluye hacia el espejo de Alice in Wonderland, son todos motivos de
la infancia donde se condensan los recuerdos claves.
Pero después la niñez es un cuchillo atascado en la garganta. Elena y
Pierángeli recorren las miradas de los ojos ajenos y los ojos propios. Siempre
serán miradas donde los ángeles caen y se disuelven en tormentas sin luz. El
lenguaje de la poeta oscila entre la inocencia y la potestad del adulto. Llora
en el jardín destrozado por los seres oscuros de una época siniestra, en la que
muchos sonreían como el gato de Cheshire y otros desaparecían, víctimas de un
sueño fatal. Allá claman en la Sala infame de los sueños:
“Cuando la Nena duerme, calla Pierángeli,
cuando la Nena duerme, gritan
las voces feroces del Bosque Sangriento”
Y la nena comienza a dormir y habla una lengua nueva. En este momento la
escritura troca los idiomas en un golpe babélico que estremece al lector, y la
cinta de luto tiñe todas las palabras y hasta los espacios en blanco.
Trabajar en realidades escindidas, múltiples, laberínticas. Despegar
desde la lógica carrolliana es una de las facetas que impresiona en este libro.
Cuando “Pierángeli crea la noche” la palabra se autofragmenta, en un fenómeno
de multiplicidad que solo puede explicar el horror, la monstruosidad de lo que
generan los verdugos…
La deformidad de la sintaxis es la puesta en escena de esa aberración de
la historia. En el desvarío, no obstante, el hilo de la palabra es un continum
verbal que guarda su circunstancia poética. Quien ha leído las confesiones bajo
tortura en los juicios de la inquisición retoma los caminos de estos fenómenos
descritos por Foucault en “Vigilar y Castigar”, donde el miedo, la sed, el
calor y el infierno son sinónimos malditos.
Y allí es donde todo se parece al
“Inferno” de Dante Alighieri, como bien señala Liliana Díaz Mindurry, quien
hace un lúcido comentario del libro en contratapa.
¿Había necesidad de poner a las criaturas en penitencia?. “Los Ojos” de
Irma Elena Marc contesta, atestigua, confronta, entra en trance y también
atraviesa el espejo como una verdad dicha a gritos.
Y el lector se queda temblando y lleno de certezas. Con los susurros de
escarcha y un deseo de “paz salvaje”.
Alicia Poderti
*Writer. Poet. Historian.
Research Prof CONICET-UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
Dr History, Dr Literature (UNLP)
Dir: CONFABULADOS. LETRAS ALIADAS
https://gepama.academia.edu/AliciaPoderti
Alicia Poderti con Irma Elena Marc,
en la presentación del libro. Ciclo Oliverio, 2013.
"El Gigante",Colección Iluminaciones, Ruinas Circulares: 2007.
BOQUITAS
"Su gemido cada vez más pequeño
y luego el silencio tan
grande
tan inmaduro cae sobre el cuerpo
y no lo cubre”
Maritza Kusanovic
Entro con un gemido
a la niñez,
me acuesto sobre la hierba
donde agonizan
pequeños torsos de plástico,
las cabezas rodaron como piedras
en todas las direcciones,
aquí y más allá se abren boquitas para decir mamá
con la apatía de los que una vez
satisfecho su sueño,
piensan no era esto y buscan otra cosa
que soñar.
¿Con qué silencio cubriré más tarde
mi miedo a las muñecas rotas?
Irma Elena Marc
Los ojos, Buenos Aires: Colección Iluminaciones. Ediciones Ruinas Circulares, 2013.
IRMA ELENA MARC, nació en Rosario en 1951,
actualmente reside en Corral de Bustos, Córdoba.
Estudió Letras en la UNR. Sus textos fueron incluidos en antologías,
páginas virtuales, blogs y revistas literarias del país y del extranjero.
Obtuvo premios en narrativa y poesía, entre ellos Fundación Honorarte,
Fundación Ciudad de Arena, Editorial Homo Sapiens,
Municipalidad de San Isidro-La boutique literaria, Palabraviva (España),
Primer Premio de novela de la Municipalidad de San Martín, entre otros.
Fue seleccionada por la Casa de la Poesía de Buenos Aires para una clínica
de autores dictada por Diana Bellessi.
Ha sido convocada al Festival Internacional de Poesía de Rosario para la edición 2011.
Editó "El Gigante",Colección Iluminaciones, Ruinas Circulares: 2007,
y "Los ojos", Colección Iluminaciones, Ruinas Circulares: 2013.
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